Un final de pundonor y fe permitió al Villarreal contrarrestar en los cinco últimos minutos la ventaja de dos goles con la que el Espanyol llegó al 85 del partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey en La Cerámica.

El 0-2 con el que el equipo de Rubi había encarrilado la eliminatoria se tornó en el 2-2 final gracias a un arranque de rabia en la recta final del cuadro local, que logró acertar en los metros finales tras haber desaprovechado a lo largo del partido varias ocasiones de batir la meta de Roberto.

Antes, el Espanyol se había mostrado más certero y consistente en la mayor parte del encuentro que un oponente que había trasladado a la Copa sus dudas y sensaciones de LaLiga.

Ambos equipos iniciaron el choque con intensidad pero sin que ninguno se impusiese en el centro del campo, aunque conforme avanzaban los minutos fue el Espanyol el que más sereno se mostraba sobre el terreno de juego y el que se acercó con más asiduidad a la meta rival.

Sin embargo, tras una perdida de balón local en el centro el campo el equipo catalán abrió el marcador. Darder avanzó hasta la frontal del área y cruzó el balón con un disparo raso al que no pudo llegar Andrés.

El gol despertó al Villarreal y casi en la siguiente jugada ofensiva local tras el gol Roberto tuvo que emplearse a fondo en un cabezazo de Álvaro tras un centro de Pedraza, en una jugada que estuvo precedida por una acción en la que Bonera reclamó penalti por un posible agarrón.

Superado el minuto 20 de partido el equipo de Luis García Plaza trataba de imponer su fútbol pero sin conseguir que el Espanyol sufriese demasiado, a pesar de que el conjunto local rondaba su área.

Además, el Espanyol estuvo cerca del segundo gol de nuevo con un lanzamiento de Darder desde la frontal del área en el que el balón salió rozando el larguero.

A la media hora, el Villarreal vio cómo se le anulaba un gol tras una buena jugada entre Layún, Jaume Costa y Pedraza, que disparó, pero el balón, que iba a portería con Roberto superado, tocó en Ekambi, que estaba en fuera de juego.

Aunque el Espanyol se hizo con la posesión del balón, el Villarreal creó varias ocasiones de gol que no supo aprovechar, si bien el último cuarto de hora fue el cuadro visitante el que pudo aumentar su ventaja, primero con un cabezazo de Rosales que sacó bajo palos Andrés y después en una volea de Darder que salió junto al poste.

Nada más abrirse la segunda mitad pudo igualar el Villarreal. El balón se paseó por el área visitante tras una buena llegada de Ekambi hasta la línea de fondo, pero ningún jugador llegó a la pelota.

Al Villarreal se le vio con más intensidad y presencia en el campo rival que en la primera mitad, aunque el Espanyol, al contragolpe, tuvo una gran ocasión para sentenciar en un allegada de Osales tras un buen pase de hernán Pérez que Álvaro sacó muy cerca de la portería.

El partido entró en una fase de golpes entre ambos equipos y a una ocasión en el 62 de Granero que desbarató Andrés le siguió otra en la siguiente acción del Villarreal, en la que Rosales salvó bajo palos tras cruzar el balón Bacca ante la salida de Roberto y poco después Raba remataba desviado desde el centro el área.

Pero a falta de veinte minutos para el final se produjo una doble acción en la que se escenificó la temporada del Villarreal, ya que, tras desaprovechar Bacca en un mano a mano con Roberto la mejor ocasión de su equipo en el partido para empatar, llegó en la siguiente acción el segundo gol españolista tras un centro e Rosales que remató Álex López.

A pesar del mazazo, el Villarreal buscó con ahínco acortar distancias, objetivo que consiguió con una acción que repitió a lo largo del choque, con un centro desde la banda de Pedraza que remató de cabeza Ekambi a cinco minutos del final.

Pero la reacción local culminó con un segundo gol, de Bacca, con el que el Villarreal logró dejar abierta una eliminatoria que cinco minutos antes parecía sentenciada en su contra.

EFE